10 claves para encontrar la felicidad

25 noviembre 2011
felicidadLa búsqueda de la felicidad es una constante en nuestras vidas. Todos anhelamos alcanzarla, aunque son muy pocos los que realmente la consiguen, al menos durante un periodo prolongado de tiempo.

Quizás podríamos recriminar a la sociedad, a nuestra educación pobre en inteligencia emocional, a los problemas o los imprevistos que nos abordan, que tienen toda la culpa de ello. Incluso podríamos elaborar una lista interminable de posibles culpables, aunque lo cierto sería que nos estaríamos engañando. La felicidad no depende en tanta medida de nuestras circunstancias (tal y como nos gusta creer), sino de las actitudes que mostramos hacia ellas. Por ello, en vez de lanzar balones fuera, debemos plantearnos: ¿qué es lo que puedo hacer yo para ser feliz?


Aquí os muestro una lista que he elaborado después de reflexionar mucho sobre el tema que espero os resulte útil.

10 claves para encontrar la felicidad:
  1. Tener pensamientos positivos y de ánimo. Cuando pensamos frases como: "No puedo hacerlo", "El esfuerzo que le dedico no se verá recompensado", "Siempre me dan la espalda cuando más les necesito", únicamente nos estamos perjudicando a nosotros mismos. Si aprendemos a sustituirlas por otras más positivas como: "Sé que puedo hacerlo", "Aunque ahora mismo no se vea el esfuerzo que he dedicado, sí se verá en el futuro" o "Es bueno saber con quién puedes contar para tener a tus amigos más cerca", el cambio en nuestro estado de ánimo será visible. Porque, tal y como he explicado en la entrada ¿Cómo puedo dejar de sufrir?, los pensamientos son los precursores de nuestras emociones y la llave de nuestra felicidad.
  2. Desarrollar una visión más objetiva. La objetividad es una de las claves que nos ayudan a reducir el sufrimiento. Si bien es cierto que puede resultar difícil (pero no imposible) ser objetivos cuando somos nosotros los que estamos inmersos en determinada situación, debemos aprender a analizar las circunstancias con calma y realismo. También sirve de ayuda acudir a un amigo que (en caso de que se así) sea capaz de decirnos que estamos equivocados, por mucho que nos duela escucharlo.
  3. Fomentar las ilusiones. Sin ilusiones la vida no sería más que una continua obligación tras otra, todas ellas carentes de sentido. Las ilusiones son el engranaje que nos obliga a movernos hacia delante, la fuerza que nos alienta, el oxígeno que aviva nuestro fuego interno.
  4. Ampliar/cuidar el círculo de amistades. Las personas somos sociables por naturaleza y, por tanto, nuestro bienestar/felicidad aumenta cuando nos sentimos escuchados, atendidos y ayudados por los demás. Cuidar y alimentar el círculo de amistades es algo primordial para no sentirnos solos y fomentar emociones positivas.
  5. No sufrir por aquello que no tiene solución. ¿Cuántas veces nos hemos sorprendido dando vueltas a algo que ya no tiene remedio? Todo ese desgaste mental tiene un precio demasiado alto: nos hace malgastar energías y mella nuestra estabilidad emocional. Si ya no podemos evitar el mal acontecido, ¿para qué seguir pensando en ello?
  6. Asumir que nos podemos equivocar. Nadie es infalible y, por lo tanto, todos nos equivocamos. Por ello es necesario que aprendamos a ser comprensivos con nosotros mismos y a recoger la experiencia positiva que nos ofrece cada situación.
  7. Hacer deporte. El ejercicio físico nos ayuda a liberar tensiones y a estar de mejor humor. Es por eso que debemos incluirlo dentro de nuestras actividades habituales.
  8. Confiar en nosotros mismos incluso después de un fracaso. Estoy segura de que ya sabéis que se aprende mucho más de los fracasos que de los aciertos. Debemos aprender a ver estos fracasos como oportunidades de aprendizaje que nos ayudan a crecer como personas. Incluso a verlos como algo positivo, porque el hecho de que hayamos fracasado quiere decir que también hemos realizado el esfuerzo de intentarlo.
  9. Ser realistas, conocer nuestras habilidades y carencias. Todos, absolutamente todos, podemos realizar alguna tarea con increíble destreza, sin embargo, no hay nadie que pueda realizarlas todas con excelencia. Es realmente importante que interioricemos esta idea, porque muchas veces nos frustramos porque no somos capaces de hacer algo tan bien como nos gustaría. Y es que tenemos habilidades, pero también carencias.
  10. Entender que las cosas tardan más en conseguirse de lo que pensábamos. Nos han enseñado desde pequeños a obtener las cosas en el mismo instante que las pedimos, pero esto no se corresponde con la realidad de la vida. Es frecuente que algo que deseemos tarde más en llegar de lo que pensábamos, pero eso no significa que no llegue o que nuestro esfuerzo no se vaya a ver recompensado.
¿Os parece una lista completa o creéis que me he dejado algo en el tintero? Si tenéis alguna idea más no dudéis en proponerla.

fotografía de lenmanaa

    1 comentarios:

    Unknown dijo...

    Me vino al pelo me ayudo a reflecionar mucho algunas cosas gracias

    Publicar un comentario

    ¡Gracias por dejar tu comentario! Por favor, procura que tus comentarios no sean promocionales (spam), ilegales u ofensivos, de otro modo, serán borrados.